¿Notas que tus encías sangran después de cepillarte los dientes o utilizar hilo dental? La gingivitis puede ser la causa detrás de este incómodo sangrado. Si, además, esta molestia va acompañada de mal aliento o sensibilidad, es muy probable que tus encías estén enfermas. La buena noticia es que la gingivitis tiene solución.
Te explicamos qué es la gingivitis exactamente, cuáles son sus síntomas y qué tratamientos existen para recuperar tu salud bucodental.
Gingivitis: qué es, síntomas y cómo se trata
La gingivitis es una enfermedad leve de las encías que causa irritación, enrojecimiento e inflamación. La acumulación de placa bacteriana y sarro entre los dientes es la principal causa de la gingivitis.
Cuando hablamos de placa bacteriana o placa dental nos referimos a esa fina capa de color amarillento que cubre los dientes y en la que habitan las bacterias. La placa puede endurecerse. Esto es lo que se conoce como sarro. Cuando la placa alcanza este estado de calcificación, tan solo un profesional de la odontología puede eliminarla.
Si no mantenemos una higiene bucodental adecuada para mantener a raya a la placa y al sarro, las encías se terminan resintiendo y es entonces cuando aparece la gingivitis.
Es cierto que detrás de la gingivitis puede haber otras causas subyacentes y factores externos que provocan un aumento de la placa como son los cambios hormonales, el consumo de ciertos medicamentos, el tabaquismo, la deficiencia de vitaminas (C, D y B12) o enfermedades como la diabetes.
Además, si tienes antecedentes familiares de gingivitis, también tienes mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad de las encías.
¿Cuáles son los síntomas de la gingivitis?
Los síntomas de la gingivitis pueden no ser demasiado evidentes cuando la enfermedad todavía se encuentra en un estadio inicial. Por tanto, puede ser que padezcas gingivitis de forma leve y todavía no seas consciente de ello.
Sin embargo, a medida que la enfermedad empeora, notarás que los síntomas se acusan. Estos son los principales síntomas de la gingivitis a los que debes prestar atención.
- Halitosis o mal aliento, incluso después del cepillado.
- Sangrado de las encías.
- Encías inflamadas y enrojecidas.
- Sensibilidad a los alimentos calientes o fríos.
- Dolor o sensibilidad al tacto o al masticar.
- Encías retraídas.
¿Qué pasa si no se trata la gingivitis?
Lo cierto es que la gingivitis es una enfermedad que afecta a un amplio porcentaje de adultos en algún momento de su vida. Una vez que se detecta, lo ideal es actuar de inmediato porque, si no se trata a tiempo, la gingivitis puede derivar en una enfermedad de las encías y el hueso que soporta los dientes conocida como periodontitis, también conocida coloquialmente como piorrea.
La periodontitis implica una inflamación crónica de la encía y el hueso de soporte que puede complicarse y terminar ocasionando problemas graves como infecciones, abscesos, exposicion de las raices e incluso pérdida de los dientes.
Para prevenir estas complicaciones, te recomendamos que acudas a la consulta de tu dentista sin demora cuando notes cualquier signo de gingivitis.
¿Cómo se trata la gingivitis?
La gingivitis se trata eliminando la placa de los dientes y para ello debes ponerte en manos de un odontólogo.
¿Por qué? Sencillamente, porque cuando la placa se ha transformado en cálculos (sarro) solo se puede eliminar de forma mecánica utilizando herramientas profesionales. Gracias a una limpieza bucal completa, tus dientes quedarán libres de placa, sarro y bacterias.
Por otra parte, tu odontólogo te ayudará a detectar y resolver otros problemas que afecten a tu salud bucodental, como dientes torcidos, empastes dentales deteriorados o coronas mal ajustadas que pueden dificultar una eliminación adecuada de la placa y potenciar la gingivitis.
No obstante, lo ideal es que tomes medidas preventivas para reducir el riesgo de gingivitis, ya que, incluso después de una higiene bucodental profesional, la gingivitis puede volver a aparecer si descuidas la limpieza diaria. Para evitarlo, toma nota de estos tips que te ayudarán a prevenir la gingivitis.
Limpia tus dientes (y encías) en profundidad
Asegúrate de cepillarte durante 2 minutos, 3 veces al día. Presta especial atención a la línea de las encías, ya que es ahí donde se acumulan una gran cantidad de bacterias.
Utiliza una buena técnica de cepillado insistiendo en las zonas de difícil acceso (un cepillo eléctrico puede facilitarte la tarea). Por último, puedes completar tu rutina de limpieza con el uso de colutorio, hilo dental y cepillos interdentales.
Aliméntate de forma sana
Lo que comemos y bebemos afecta directamente a nuestra salud bucodental. Intenta comer de la forma más saludable posible. Recuerda: las frutas y verduras son tus aliadas.
Asimismo, intenta mantener el alcohol, las bebidas carbonatadas y los alimentos con exceso de azúcar al margen de tu alimentación. Y, si eres fumador, no te olvides de eliminar el tabaco de tu vida porque es una de las peores sustancias para tus dientes.
Acude a una limpieza dental profesional, al menos, una vez al año
El tratamiento de limpieza dental resuelve la gingivitis, pero también ayuda a prevenirla. Los higienistas dentales están capacitados para eliminar con eficacia toda la placa y el sarro acumulados en encías, dientes y espacios interdentales a los que no llegamos con los cepillos que tenemos en casa.
El odontólogo, tu aliado contra la gingivitis
Esperamos haberte ayudado a resolver qué es la gingivitis, qué síntomas manifiesta y cómo curar esta enfermedad.
Recuerda que la forma más rápida de deshacerse de la gingivitis es acudir a la consulta de tu dentista para una limpieza profesional, además de mejorar tus hábitos de higiene bucal entre visitas.
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