Todos sabemos cómo suenan y se pueden convertir en una auténtica pesadilla para cualquier persona que duerme cerca de ti. Efectivamente, hablamos de los ronquidos, un problema que afecta a 4 de cada 10 adultos en España.
Los ronquidos, cuando son simples, aunque molestos para tu entorno, no tienen por qué ser perjudiciales para tu salud. Ahora bien, la situación cambia cuando estos ronquidos son síntoma de una afección respiratoria como es la apnea del sueño, que puede convertirse en un problema de salud grave.
Sobre este asunto queremos hablarte en este artículo. ¿Cómo afectan las apneas y los ronquidos a tu salud en general? ¿Qué soluciones existen para tratar el ronquido y la apnea del sueño de forma efectiva?
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno que se caracteriza por interrupciones repetidas de la respiración (apneas) durante los ciclos de sueño. Ocurre cuando los tejidos y músculos de las vías respiratorias superiores son débiles o se relajan durante el sueño obstruyendo las vías respiratorias e impidiendo la obtención de suficiente aire.
La respiración puede detenerse durante 10 segundos e incluso más hasta que los reflejos se activan y la persona comienza a respirar de nuevo. El tipo más común es la apnea obstructiva del sueño (AOS), que se presenta en las vías respiratorias superiores.
Las causas de la apnea del sueño van desde afecciones médicas como trastornos endocrinos o amígdalas grandes hasta la anatomía como el labio o paladar hendido. En definitiva, cualquier aspecto que bloquee las vías respiratorias durante el descanso.
Además, existen factores de riesgo a tener en cuenta como el sobrepeso, antecedentes familiares de ronquidos o apnea del sueño y el hecho de ser hombre, ya que la apnea es más frecuente entre el género masculino.
¿Qué consecuencias tienen la apnea y los ronquidos sobre la salud?
Cuando la apnea detiene la respiración, el paciente pasa de un sueño profundo a un sueño ligero. A veces también puede llegar a despertarse por completo. La consecuencia directa es una disminución en la calidad del sueño y la hipoxia que consiste en la baja oxigenación del cuerpo.
La hipoxia y el ciclo interrumpido del sueño provoca que el cuerpo libere hormonas del estrés, conocidas como cortisol, impidiendo un descanso reparador.
Por la mañana, la persona puede sufrir dolores de cabeza (enlazar aquí al artículo sobre dolores de cabeza que aún no se ha publicado). Además, el cuerpo se levanta cansado, somnoliento, aturdido y con menos energía. El rendimiento mental también se ve afectado, así como la memoria y los cambios de humor.
Recordemos que el sueño es un proceso fisiológico esencial para la salud integral de las personas. Cuando no descansamos adecuadamente nuestra calidad de vida se reduce y a medio o largo plazo podemos terminar desarrollando patologías que pueden poner en serio riesgo a nuestra salud.
Algunos ejemplos son envejecimiento de la piel, dificultades de aprendizaje, ansiedad, depresión, insomnio, caídas de oxígeno, aumento de la presión arterial e incluso accidentes cerebrovasculares.
Si ronco, ¿tengo apnea del sueño?
El hecho de que ronques no significa que tengas apnea del sueño. Los ronquidos ocurren cuando el flujo de aire al respirar (por la nariz, la boca o ambos) hace que los tejidos de la parte posterior de la garganta vibren. Pero, debes saber que existen diferentes tipos de ronquidos.
Los que no están causados por la apnea del sueño se conocen como ronquidos simples o primarios y pueden ser originados por:
- Afecciones de la garganta o la nariz (amígdalas hipertrofiadas, tabique desviado…).
- Estilo de sueño (dormir boca arriba).
- Sobrepeso u obesidad (cuando el tejido y el tono muscular alrededor del cuello es deficiente).
- Edad avanzada con la consiguiente pérdida de tono muscular.
- Consumo de sustancias depresivas o relajantes como el alcohol antes de acostarse.
Mientras que los ronquidos primarios no implican una obstrucción importante de las vías respiratorias y no afectan a la oxigenación de la sangre, los ronquidos derivados de la apnea del sueño sí tienen consecuencias más graves, como hemos visto.
Podrás identificar si se trata de apnea del sueño, si los ronquidos fuertes van acompañados de pausas respiratorias largas (superiores a 10 segundos), respiraciones superficiales, jadeos o sensación de ahogo o inquietud durante el descanso.
Por todo esto, es preciso determinar cuál es la causa detrás del ronquido para decidir el tratamiento más adecuado para afrontar ese trastorno del sueño.
¿Cómo tratar la apnea y los ronquidos del sueño?
La Sociedad Española de Sueño(SES) estima que el 90% de los pacientes con apnea del sueño no están diagnosticados. Por fortuna, cada vez más personas se están concienciando de esta patología y acuden a profesionales especialistas en sueño ya sean médicos u odontólogos especializados en Medicina Dental del Sueño para tratar la apnea y los ronquidos.
Porque sí, la apnea del sueño se puede tratar. Los tratamientos pueden ser diferentes según el paciente y pueden incluir:
- Cambios saludables en el estilo de vida como comer de forma equilibrada, realizar ejercicio o dejar de fumar.
- Uso de dispositivos de avance mandibular o férulas antirronquidos mientras la persona duerme.
- Terapia miofuncional para mejorar la posición de la lengua y fortalecer los músculos faciales.
- Terapias posicionales para evitar durante el sueño esa postura que te hace roncar
- En casos muy graves se recurre a la CPAP(continuous positive airway pressure – presion positiva continua en la via aerea) que insufla aire a cierta presion y evita que las vias aereas se colapsen.
Si crees que puedes estar sufriendo apnea del sueño, debes acudir cuanto antes a la consulta de un especialista.
En una primera visita, el profesional médico te entrevistará para conocer a fondo tus hábitos de descanso, así como los síntomas que padeces y pueden derivar de problemas respiratorios como la apnea del sueño.
Para completar el diagnóstico, se debe llevar a cabo un estudio del sueño conocido como poligrafía respiratoria, que permite observar datos como la frecuencia cardíaca, los niveles de oxígeno, la intensidad de los ronquidos , la posición al dormir, el numero de apneas y el esfuerzo respiratorio.
Toda esta información revelará si padeces apnea del sueño y en qué grado. A partir de ahí, el especialista trazará un tratamiento adecuado para tu caso.
Desde COCIM estamos comprometidos con la detección, diagnóstico y tratamiento de pacientes afectados por apneas obstructivas del sueño. Durante nuestra trayectoria hemos ayudado a decenas de pacientes a mejorar su descanso y, con ello, su salud y calidad de vida. Si quieres ser el próximo, contacta con nosotros y te ayudaremos.