Bajo este contexto, la Medicina Dental del Sueño, que contempla el tratamiento de ronquidos y apnea del sueño, es una disciplina que requiere colaboración entre diversos profesionales de la salud. En muchos casos, los dentistas desempeñan un papel esencial en la detección y el tratamiento de trastornos respiratorios relacionados con el sueño.
Para abordar esta área de manera efectiva, se requiere una coordinación estrecha entre médicos y dentistas junto con la colaboración del paciente.
Los trastornos respiratorios del sueño, como la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS), están relacionados con una serie de enfermedades que afectan la calidad de vida de los pacientes.
Estas patologías incluyen la resistencia a la insulina, la obesidad, la diabetes tipo II, la dislipemia, el Alzheimer, el Parkinson, la epilepsia, la disfunción endotelial, la hipertensión, las arritmias, el infarto, la insuficiencia cardíaca, la aterosclerosis y el ictus, entre otras.
Muchas personas no son conscientes de que roncan o sufren apneas obstructivas durante el sueño, a menos que estas afecciones sean graves y provoquen despertares bruscos. Los dentistas desempeñan un papel esencial al detectar y tratar estos trastornos, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de los pacientes y prevenir complicaciones médicas graves.
Por ejemplo, el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos más comunes en la salud mental de niños y adultos.
En España, su prevalencia en estas edades es del 6.8%. El TDAH y los trastornos primarios del sueño, como el síndrome de Apnea-Hipopnea Obstructiva del Sueño (SAOS), comparten síntomas como falta de atención, hiperactividad y conductas disruptivas debido a un control deficiente de los impulsos en los niños que los padecen.
Además, se ha observado que existe una relación entre la obstrucción de la vía aérea, la apnea del sueño y el TDAH, así como su relación con la oclusión dentaria. La falta de oxígeno puede llevar a un sueño interrumpido y a una somnolencia diurna excesiva.